DÍA 4. Clase teórica. Visionado y debate de la ponencia de Ken Robinson: "Las escuelas matan la creatividad".
En la carta clase de la asignatura de comunicación educación y sociedad en el contexto digital hemos llevado a cabo el visionado y debate de la ponencia de Ken Robinson “Las escuelas matan la creatividad”. Este documental hace que nos cuestionemos en gran medida el sistema educativo desarrollado por el ser humano, así como la concepción de la inteligencia y del talento que tenemos actualmente.
Es un hecho que hoy en día la educación de los niños y jóvenes se orienta principalmente a cumplir unos objetivos determinados, aprender unos temas determinados y cumplir un programa determinado. Esta falta de asignaturas que permitan a los niños desarrollar otras habilidades o capacidades hace que, en numerosas ocasiones, un niño que podría ser un verdadero genio en un determinado ámbito, no llegue a desarrollar todo su potencial. De este modo, sus mejores capacidades o cualidades pueden quedar ocultas o no ser nunca descubiertas.
Sin embargo, Ken Robinson destaca que la creatividad, la imaginación y cualquier actividad similar puede ser desarrollada a partir de la búsqueda de respuestas y del trabajo duro, a pesar de que estas capacidades no sean las que más demande el sistema o no las atribuya la importancia que tienen. Los seres humanos somos completamente diferentes unos de otros, y nuestras capacidades y habilidades son también completamente diferentes. Por tanto, el simple hecho de no ser unos alumnos brillantes, no quiere decir que no podamos serlo en cualquier otro ámbito. Según Ken Robinson, las escuelas son algo que mata la creatividad de los alumnos al obligarles a centrarse en unos determinados ámbitos, disciplinas, asignaturas y conocimientos entre lo que no siempre se encuentran aquellos en los que un determinado alumno puede destacar. La creatividad es algo que surge a partir de los errores y la insistencia, a partir de la constante búsqueda de respuestas y soluciones a los problemas.
El sistema educativo actual no está diseñado de manera que permita sacar todo el potencial de los alumnos, y este es en numerosas ocasiones desperdiciado por no ser desarrollarlo de la manera en que se debería. Ken Robinson, por el contrario, defiende que la finalidad de la educación no debería ser cumplir un determinado programa preestablecido sin tener en cuenta las características de los alumnos, sino que los alumnos lleguen al final del camino, independientemente de la manera o la forma en que sea, y sobre todo teniendo en cuenta sus características individuales que los hacen especiales y diferentes del resto. El sistema educativo no debería acabar con la creatividad intentando potenciar otras habilidades, sino que debería permitir a los alumnos potenciar aquello en lo que destaquen, independientemente de lo que sea esto.
Elena Bernaldo de Quirós Lalinde